lunes, 2 de mayo de 2011

VIAJE AL SEXO - "ES CUESTION DE MOMENTOS"

VIAJE AL SEXO
Mi madre había decidido que nuevamente nos mudaríamos a otra ciudad. Esto solía suceder mínimo cada año. Cambiaria de casa, de colegio, de profesores, de personas, etc.  Esto me aburría.
Cuando al fin llegamos a la gran ciudad, me molestaba el hecho de cambiar cada momento mi vivienda, pero en realidad esta nueva ciudad me agradaba, estuvimos todo el día acomodándonos en nuestra nueva casa y en el barrio.
Al siguiente día fui al colegio, y me presento la profesora, pero todos me miraban como un bicho raro, yo sentía que ellos se murmuraban entre sí. Me sentaron al lado de una joven que al igual que todos me miraba como una extraña, bueno… eso  era yo en esos momentos para todos ellos… UNA EXTRANIA. Al salir de clase le pregunte donde quedaban los baños y se limito a responderme.
Cuando la ruta me llevo a mi casa, la chica también se bajo ahí. Esta ve si me hablo y me dijo que se llamaba Yessica. Y nos fuimos hablando y hablando hasta que llegamos a mi casa, ahí me despedí de ella y me propuso que saliéramos en la tarde con unos amigos de ella al parque. Y yo por supuesto acepte.
A mis 15 años nunca había tenido un novio o algo parecido, tampoco tuve muchos amigos. Solamente a mis 13 años en uno de esos tantos colegios en los que estudie me encontré con un chico que se llamaba David; el sí que me entendía, compartía muchas ideas conmigo, el me llego a gustar mucho, pero nunca le revele mis sentimientos hacia él.
Quedo de recogerme a las seis, entonces a esa hora estaba lista, cuando llego Yessica, baje de inmediato, y abrí la puerta, ella se encontraba allí con dos chicos, uno de ellos me llamo mucho la atención, no sé porque sentí algo dentro de mi cuerpo, algo nuevo que no había sentido antes.
Entonces salimos de casa,  y en el camino conocí a los dos chicos. Santiago era el chico que me había encantado, y mientras estuvimos en el parque  hable muchísimo con Santiago, encontramos tea todo el rato, la verdad me pareció que teníamos muchas cosas en común, por lo tanto el me comprendía.
Al anochecer regresamos a casa y no dejaba de pensarlo. Hasta que se me ocurrió una idea para verlo de nuevo. Ponto seria mi cumpleaños, entonces sería la ocasión perfecta para hacer una fiesta en mi casa e invitar a mis nuevos amigos.
Entonces así lo hice. Fue una noche maravillosa. Y al finalizar el evento. Nos quedamos solos Santiago y yo; hablamos de todo. Y de pronto me dio un impulso y le dije lo que había sentido cuando lo vi, sentí miedo de un rechazo, pero ya lo dicho, dicho estaba.  Nos quedamos en silencio un segundo, cuando por fin respondió,  me dijo que sentía lo mismo, que desde el primer momento le sucedió algo parecido, sentí un descanso enorme.
Entonces él se tiro a darme un beso, pero yo estaba asustada, porque nunca había dado uno.  Pero me deje llevar y fue realmente mágico, fue un viaje totalmente fantástico, divertido y diferente.

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